El pasado sábado 26 de agosto Sara y yo tuvimos el privilegio de actuar en un entorno natural incomparable con motivo del cumpleaños de una buena amiga. Fue para nosotros un evento especial, no exento de magia, gracias a la energía tan bonita de todos los que estaban allí congregados. Nos gustaría dar las gracias a nuestra anfitriona, Elena Marín, por hacerlo posible, a nuestro ángel personal, David, por llevarnos en coche hasta allí y su compañía, siempre tan grata, tan sana para nuestra alma, y por supuesto también gracias a todos los allí reunidos por sus felicitaciones y palabras de apoyo. Fue un paso más en nuestro camino conjunto de expansión, que no ha hecho más que empezar. Y mientras os revelamos las nuevas sorpresas que os tenemos preparados para el nuevo curso, nos gustaría compartir con todos vosotros algunas de las hermosas fotos tomadas durante este concierto dedicado a Shambhala y el Camino hacia el Corazón. Namaste.
