Existen dos formas de
contemplación de Brahman: con sonido y en silencio. Mediante el sonido llegamos
al silencio. El sonido de Brahman es OM. Con OM llegamos al final, al silencio
de Brahman. El final es inmortalidad, unión y paz.
Al igual que una araña
alcanza la libertad del espacio por su propia tela, el hombre de concentración
alcanza la libertad por medio de OM.
El sonido de Brahman es OM. Al final del
OM hay silencio. Es un silencio gozoso. Es el final del viaje donde el temor y
el pesar no tienen cabida: estable, inmóvil, no decae, es sempiterno, es
inmortal. Lo llaman el Vishnu omnipresente.
A fin de alcanzar lo más alto,
observa el sonido y el silencio de Brahman en adoración. Pues se ha dicho: Dios
es sonido y silencio. Su nombre es OM. Busca, pues, alcanzar la contemplación,
la contemplación silenciosa en Él.
Maitri Upanishad (VI, 22-23)